Ardió París. El FC Barcelona de Xavi Hernández firmó el mejor partido de la temporada, en el momento y lugar preciso. El club catalán se llevó la victoria del Parque de los Príncipes con un encuentro donde el ADN fue ganar, como todos.
Porque de eso se trataba. Una lucha por quién tenía el ADN Barça más grande: Si Lucho o Xavi. La respuesta, fácil. Ninguno. Lo que entendemos como ADN Barça lo vimos en el Bernabéu con el City de Guardiola. El Verdadero Guardián del Estilo. En París, no apareció por ningún sitio.
Ahora, la batalla cayó del lado del técnico culé. Y lo hizo desde un planteamiento bastante acertado, sobre todo, en una primera parte en la que fueron muy superiores a un PSG desubicado. La verticalidad del Barça fue la clave de todo.
Saltarse la presión alta con Ter Stegen o Cubarsí, buscar las descargas de Lewandowski, el ataque al espacio de Raphinha o Lamine. Un Barça directo. La antítesis del ADN. Pero qué más da. 45 minutos brillantes.
La vuelta de los vestuarios no fue fácil. Dos golpes a la mandíbula. Remontada parisina. El fantasma de las debacles europeas pasó por la mente del hincha culé. En esa época el ADN estaba muy presente. Y no ayudaba al equipo.
Ante la descarga parisina, aguantaron los Koundé, Araújo o Cubarsí. Hicieron un partido tremendo. Una solidez defensiva, sin necesidad de usar el manejo del balón como escudo – otro mandamiento del ADN -. Y, como la Champions es de momentos, el Barça recuperó el suyo tras la entrada de Pedri.
Otro balón al espacio. El primero que tocaba el canario. Raphinha, gol. El ADN por los suelos. Pero qué más da. Un cabezazo de Christensen ponía la ventaja final en el marcador. ¿Donnarumma tiene ADN Champions?
Henry, en CBS Golazo, habló sobre lo que implica el ADN Barça. Trascender a través del juego. Eso está muy bien, pero solo funciona si ganas. Se olvida Titi que cayó en el mejor Barça de la historia. Con Guardiola. Sí, otra vez Pep. Y que trascendieron porque ganaron. Igual que Cruyff. Si no ganas, no trasciendes.
El Barça volvió al primer escalón de Europa. Lo hizo con un juego que no entra en los cánones estéticos de su ADN. Y a quién le importa. No creo que nadie esté triste. Lo de ayer fue un primer paso para volver a ser el Barça. ¿Qué es el ADN? Ganar, como todos.