Llega el punto final a la temporada, llega Wembley. Borussia Dortmund o Real Madrid, uno de los dos, será el campeón de Europa. Los alemanes buscan la redención en un escenario conocido para ellos, el Madrid, busca la dominación total, casi tiránica, de la mayor competición continental.
Quien haya ido al nuevo Wembley, y lo haya hecho bajándose en la estación de metro, sabrá que impone. Se ve a lo lejos, te guía un camino rodeado de puestos y fritangas. Y al final su arco inconfundible. Sabes que estás entrando a uno de esos lugares a los que debes peregrinar si eres Futbola.
Allí, no habrá ni un solo aficionado del Borussia que no recuerde a Robben. Tampoco lo olvida Hummels, que lo vio pasar de cerca, que mil veces habrá repetido esa jugada en su cabeza, ese pie que no llega. Síndrome del miembro fantasma. El Bayern, campeón.
Esa búsqueda de redención será la que de voz a las gargantas del Muro Amarillo, esta vez portátil. El Borussia ya ha estado en esta situación, también eran ‘inferiores’ a la Juventus. El gol de Lars Ricken. Derrotada la todopoderosa Vecchia Signora, la Primera para los Borussers.
Frente a ellos, el dominador de esta competición. Un ciclo que se alarga en el tiempo. Desde aquel cabezazo en Lisboa. Son cinco Champions en una década. Es la Tiranía hecha equipo. Modric, Nacho y Carvajal, a un paso de igualar a Gento. No tiene sentido.
También puede alcanzar su sexto entorchado Toni Kroos. El mediocentro alemán también estaba en Wembley en 2013, pero en el lado ganador. Se va, y no puede elegir mejor momento para hacerlo. En el ‘Escenario Principal’ y con la certeza de que su última obra puede ser la más recordada.
Se aferra el Madridismo a su mística, ese ‘ente’ que da poderes a jugadores que ni estaban ni se les esperaba. Lo hizo con Karembeu, lo hizo con Anelka. Salieron vivos del Etihad a lomos de Lunin. En semis, Joselu rescató a 80.000 personas en un rechace. El Real Madrid, estaba en la final.
Son 14. La 15ª vuelve a pasar por dos factores que alineados, siempre traen alegría al madridista: Alemania y Reino Unido. Eintracht de Frankfurt y Bayer Leverkusen han sido los rivales en finales, ambas en Glasgow (Escocia), ambas ganadas, ambas históricas: el 7-3 y la volea de Zidane.
Cada uno que se aferre a lo que crea. Se viene un partido para cerrar heridas del pasado o para certificar que no hay mayor prueba de tiranía que la que ejerce el Madrid en Europa. La final de la Champions. Wembley. No hay nada mejor.