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La última copa de una generación dorada

Estamos de suerte los locos por el fútbol. Este jueves comienza la Copa América y durante unos días estaremos con más de 12 horas ininterrumpidas de partidos. De un Continente a Otro. Sácate una neverita portátil y enfría las bebidas.

Se viene una Copa América maravillosa. En una especie de prueba para el Mundial 2026, será Estados Unidos quien haga de anfitrión de la competición por selecciones más antigua del mundo. Tradición mezclada con la modernidad Yankee.

Estadios de última generación, llenos del color de millones de emigrantes que se buscan la vida en la Tierra de las Oportunidades. La oportunidad para ellos de ver los colores del país que tuvieron que dejar y de una bandera que ondearán con orgullo en las calles de Atlanta, NY, LA o Miami.

La oportunidad de ver, lo que seguramente será, la última gran competición de Leo Messi, Ángel Di María y Nicolás Otamendi. Fue en la última edición, en Brasil, cuando por fin Leo y sus dos compañeros pudieron librarse de todo y todos. Argentina era campeona en el Maracaná. Al fin Leo lloró de alegría vestido de albiceleste.

Después vino la Gloria Eterna en Catar. Ahora, la Argentina de Scaloni es la gran favorita para volver a llevarse la Copa. Conseguir reeditar la hazaña de España entre 2008-2012 y hacer Copa América – Mundial – Copa América. En lo que puede ser la despedida de un trío histórico, muchas veces vilipendiado sin razón.

Tras ellos, se podría hablar de un tridente de perseguidores. Un tridente con solera, peligroso, con buen fútbol y físico. Expectantes por ver a Brasil y su nuevo nº9 – Endrick-. También a Vini en su persecución por un Balón de Oro, que seguramente pase por alzar esta maravillosa Copa.

Uruguay y Bielsa. Es un ‘match’ seguro. La Garra Charrúa con el Total Football de Marcelo. Fede Valverde como motor. Araújo como pilar. Darwin terminando. Pellestri, revoloteando. Ugarte y Betancour. Y la vuelta de Luisito. Otro que se despide, como su amigo Leo. Una última Copa.

Colombia es un poco la tapada, para quienes no siguen al día el fútbol sudamericano. Los Cafeteros juegan bien a esto, tanto que llevan 23 partidos sin saber lo que es perder. Alemania, Brasil o España en un Londres teñido de amarillo han estado entre los rivales en morder el polvo ante el combinado de Néstor Lorenzo.

Todo lo demás que no sea una victoria de estos cuatro sería una gran sorpresa. Habrá que ver el papel de los de la Concacaf. Canadá y Jamaica no parecen gran cosa, Costa Rica, en crisis, casi tanto como EEUU o México. El panorama es desalentador para los anfitriones y sus archienemigos.

Disfrutemos de las noches de verano, con la ventana abierta, corriendo el aire – si es que corre – y creando recuerdos con un fútbol diferente, duro, pasional, con el trofeo más bonito  y despidámonos de una generación dorada que tocó el cielo en Catar.