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Calendarios, huelgas y entrenadores

Cada vez más voces se están alzando en contra del calendario deportivo. Guardiola, Carvajal suelen ser habituales en las quejas ante tanto despropósito. A ellos se les ha unido en los últimos días Rodri, que de manera tajante, ha deslizado la posibilidad de una huelga para ser escuchados. Jules Koundé ha secundado las palabras del mediocentro español.

Esta temporada está siendo dura, para todos, incluso para nosotros como espectadores. Llegamos con el agua al cuello. Ya hablamos en su momento del agotamiento que sufrimos y avisamos de que un calendario como el de la 24/25 es imposible de aguantar. Pero el pastel, es el pastel. Y hay que seguir horneando.

Y a no ser que los jugadores se planten, esto va a seguir. Se nos antoja difícil ver a estos organizando una huelga a tal escala que FIFA y UEFA den marcha atrás en sus planes. Podrán llegar acuerdos, pero quién va a querer quitarse unos partiditos de UEFA Nations League o el nuevo FIFA Mundial de Clubes. Ideas geniales de mentes brillantes… para la pasta.

En EEUU, país en el que los sindicatos de trabajo no son su fuerte -sí, sabemos qué pensáis-, los jugadores tienen mucho poder a la hora de negociar convenios. Cada cierto tiempo, en una de las Grandes Ligas, suele haber una huelga de jugadores exigiendo mejoras. Esas temporadas, las de los Lockout, suelen pasar en cada cambio de convenio colectivo.

No vemos en Europa, una unión así entre los jugadores y sus asociaciones. No vemos a un ente capaz de aglutinar todo este descontento y llevar al límite a las Ligas, Federaciones y Organizaciones continentales. No vemos a nadie parando las competiciones por meses hasta conseguir reducir el calendario a 50-60 partidos máximo.

Con el sistema de ahora, el juego se resiente. Los jugadores se regulan y te da la sensación de que en cada partido, piensan en los 70 que les falta por jugar. Eso si son capaces de mantenerse sanos. Porque el inicio de año ha sido fatal. En todos los grandes clubes van cayendo jugadores, ya sea en el parón internacional, o de vuelta del mismo. Ya sea por la carga de partidos en verano, o porque las pretemporadas han pasado a ser una vuelta al mundo en 15 días.

Quizá la solución esté en los entrenadores. En que pierdan el miedo a rotar. En que, en plantillas de élite, haya 18 jugadores titulares. En que no utilices a los mismos durante 4 partidos seguidos, en que haya cambios en el minuto 60 y monitorización individual. Pero claro, eso conlleva un riesgo que no se les ve dispuestos a tomar.

Porque quién se va a arriesgar a perder en Ipswich, Leganés o Verona, por dejar en el banco a sus estrellas y que todos nos llevemos las manos a la cabeza. Ellos, el eslabón débil, no se van a tirar piedras a su propio tejado. 

El calendario es el que es. La solución no se atisba cercana ni pacífica. Veremos si los jugadores tienen mentalidad de colectivo y se unen para luchar. El primer paso se está dando, nunca antes habíamos escuchado a tantos protagonistas hablar de huelga. Pero quedan muchos si quieren derrocar a UEFA y FIFA. Mientras tanto, a jugar hasta que las piernas funcionen.