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Sin jugar la final de la Copa del Rey por tacaños

Por un momento, ponte en la piel de ese aficionado de la Real Sociedad que ve cómo su equipo le decepciona al no poder clasificar a la final de la Copa, incluso jugando la vuelta en su estadio.

 

Ponte en su piel. Ellos, tan pragmáticos, entienden que es parte del juego. Que el equipo de Imanol no está bien. Que no generaron grandes oportunidades. Que fallaron un penalti. Que tuvieron mala suerte. Y que otra vez será.

 

Algunos, los más polémicos, se acordarán toda la vida de esa jugada con mil rebotes en el área, ya en la prórroga, y que está pasando desapercibida para los medios. Esa jugada, sí, en la que Samú Costa despeja dos veces el balón cuando este ya estaba entrando para ser gol.

 

El primero, indiscutible. El segundo, nunca sabremos si entró. Y es que esto es así. Somos un fútbol de risa. Nunca pasa nada, hasta que pasa. Un balón que cambia el destino de un club. La tecnología del gol fantasma, un gasto inútil, según LaLiga y la RFEF.

 

Cuatro millones de euros es lo que cuesta implementar este sistema. Ni la autodenominada mejor Liga del Mundo, la española, ni la RFEF han estimado procedente este gasto. ¿Cómo nos vamos a gastar este dinero, si apenas se usa? ¿Qué, una vez al año? Suficiente, si quieres ser la mejor competición.

 

Un hecho, el gol no dado, que hubiera servido para poner a la Real en la final. Lo chocante es la reacción. Nadie ha elevado el tono. Nadie se ha quejado por parte de la Real. Ni una palabra. Todos dan por buena una imagen borrosa. Con el poste como unidad de medida. Error.

 

Hay imágenes que ponen en duda la decisión. Que aclaran que el gol debió ser dado. Pero nadie habla de ello. Un gol que cambiaría un sistema. Un gol para que en la temporada siguiente tuviéramos la tecnología que nos niegan por tacaños.

 

¡Ay, no me quiero imaginar si en vez del RCD Mallorca, hubiera sido el Real Madrid! Tendríamos comunicados, denuncias, vídeos, ruedas de prensa, audios filtrados. La polémica vende, pero parece que cuando hay un equipo en liza. 

 

Lo bueno es que si en vez de Samú Costa fuera Nacho o Camavinga el protagonista de esa acción, seguramente la RFEF y LaLiga ya estarían firmando el contrato para tener la tecnología de gol en la 24/25.